miércoles, 19 de diciembre de 2018

Costumbrismo surrealista sobre compartir piso

En esta casa
hay una energía que estalla
y que funde todas las bombillas.
Que corre por los ojos
y por las bocas.
En esta casa,
nunca queda una cerilla
por encender.
Tengo el corazón lleno
de las cenizas de sus cabecitas de fósforo,
polvo mágico salado
brilla en mi lengua oscura.
Cruzo un puente muy alto.
Van poniendo tablones.
Muy lejos.
Más juntos.
Un gran agujero.
Unas risas agudas...
Yo no tengo mis propios pasos,
pero sí mis propios pies.

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